12 de febrero de 2013


Clary hizo un esfuerzo para recuperar la serenidad.

- Jace, lo siento, no era mi intención...

- No. No lo sientes. No lo sientas.

Avanzó hacia ella casi tropezándose con sus propios pies; Jace, que jamás daba un traspié con nada, que jamás efectuaba un movimiento desgarbado. Las manos del joven se alzaron para sostenerle el rostro. Clary sintió calidez de las yemas de los dedos, a milímetros de su piel; supo que debería apartarse, pero se quedó paralizada, con la mirada clavada en él.

- No lo comprendes - farfulló Jace y la voz le tembló - , nunca he sentido algo así por nadie. No creía que pudiera. Pensaba... por el modo en que crecí... mi padre...

- Amar es destruir - repuso ella como aturdida - . Lo recuerdo bien.

                                                                                                            Cazadores de sombras