16 de febrero de 2017

Sat back with the window down
Eighty an hour and the radio loud
The same songs with the same old rhymes
Tell me to shake it off and swing from the lights
But I can’t help but drive away from all the mess you made
You sent this hurricane now it won’t go away
And I promised I’d be there but you don’t make it easy
Darling please believe me
Atardece sobre la autopista Buenos Aires - La Plata. Estoy en el micro, escuchando Oh Wonder, viendo las luces y los autos. Extrañamente el colectivo esta vacío.  Hay espacio suficiente para poder poner mi mochila en el asiento de al lado y poder viajar más cómoda.
Mientras mi mente se escapa por la ventana,  observo las figuras negras que contrastan e invaden el anaranjado cielo de la ciudad.
El sol se esconde detrás de los puentes de La Boca, y esas dos moles de metal se convierten en sombras chinescas.
Todos duermen en el micro, estamos solos, mi cámara,  el atardecer y yo.  Decido robar un poco de esa magia. De hacerla mía,  y retratar ese sentimiento de paz y libertad. 
Y termina.
El sol ya no está,  y la canción ya terminó.  
Pero quedó la fotografía.  
Quedó para recordarme que lo mas simple y común, siempre puede robarnos el aliento.