8 de octubre de 2017

Me fui descubriendo a medida que recorría tus calles.
A medida que conocía gente nueva, me renovaba.
Aprendí a perderle el miedo al "Hi!", Y a que si estabamos ahí, es porque estábamos todos en la misma.
Conocí esa sensación de llorar por lo hermoso que es algo.
Entendí que a veces hay que dejarse llevar y saber disfrutar de otra manera.
Supe decir no cuando hizo falta.
Solté ese prejuicio de lo que uno tiene que hacer.
Pero lo más grande que logré, fue que aprendí a quererme y a estar orgullosa de mis logros.