26 de octubre de 2013

Escapadas II

A partir del 2007 no solo cambiaron las cosas en la escuela, sino que también cambiaron los veranos. A partir de ese año, todos los veranos los comenzamos a pasar en Costa del Este, donde la pareja de mama tenía un balneario y mama se encargaba de administrarlos. Era una cosa completamente distinta pero que a la vez me encantaba. En el balneario ayudaba en todo lo que me pedían y rogaba para que me dejaran ayudar como moza en el restaurante. (Cosa que más adelante me permitieron hacer). Era un mundo completamente nuevo, teníamos el departamento ahí mismo, lo que era hermoso ya que a la noche me dormía escuchando el ruido de las olas, y a la mañana me despertaba viendo la playa a pocos metros.
Hice un grupo de amigos nuevos, los cuales veía todos los veranos y hacíamos todo juntos. A partir de ese año mis veranos cambiaron, pero también se convirtieron en una de las mejores épocas de mi adolescencia, donde descubrí intereses que pensé que no tenia, donde aprendí, mediante lo que para mi era un juego, cosas que me van a servir para el resto de mi vida.